El concepto de Design Thinking fue creado por Tim Brown, profesor de la escuela de Ingeniería de Stanford University y creador de la mundialmente conocida Consultora IDEO. Se trata de una innovadora disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores de producto, para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocio puede convertir en valor para el cliente y en una oportunidad para el mercado.
Es una Metodología para generar ideas innovadoras, que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Nos ayuda a procesar y organizar información para obtener un resultado aplicable a la mejora o innovación de un producto. Al ser un gran generador de innovación, se puede aplicar a cualquier campo, desde el desarrollo de productos o servicios hasta la mejora de procesos o la definición de modelos de negocio. Su aplicabilidad tiene como límites nuestra propia imaginación.
El Design Thinking se desarrolla siguiendo el siguiente proceso:
El Proceso de Design Thinking contiene 5 características diferenciales:
- La Generación de Empatía: hay que entender los problemas, necesidades y deseos de los usuarios implicados en la solución que estamos buscando. Para ello es imprescindible la interacción con personas.
- El Trabajo en Equipo, ya que pone en valor la capacidad de los individuos de aportar singularidad.
- La Generación de Prototipos, ya que defiende que toda idea debe ser validada antes de asumirse como correcta.
- Se Promueve lo Lúdico. Se realiza bajo una atmósfera en la que se busca disfrutar durante el proceso, y gracias a ello, llegar a un estado mental en el que demos rienda suelta a nuestro potencial.
- Se desarrollan Técnicas con un gran contenido Visual y Plástico. Esto hace que pongamos a trabajar tanto nuestra mente creativa como la analítica, dando como resultado soluciones innovadores y a la vez factibles.